lunes, 20 de mayo de 2013

Filosofía del pelo corto: Segunda parte.

Pues nada, aunque prometí que no iba a volver a meter unas tijeras en mi melena, ayer rompí mi promesa, bueno, mi abuela la rompió, y el resultado fueron tres largas horas de llanto prometiendo no salir a la calle hasta que me crezca el pelo.
La opción de hacerme una coleta y no quitármela hasta que no me crezca el pelo tampoco es viable, ya que los asquerosos pelos de la clase de flequillo extraña que me he hecho no me llegan a la coleta, y me hacen parecer una clase extraña de animal con cuernos, no se, tipo rinoceronte o algo así, y como además, mis amigos no son de esos que se caracterizan por decirte que algo está bien aunque esté mal, solo por ayudar, el hecho de que hayan realizado un menor comentario sobre mi pelo, no ha ayudado demasiado, pero bueno.
Me consuelo con que sólo me quedan 14 días de fealdad, porque en 14 días me quitan los brackets y mis "cuernos" pasarán desapercibidos si todavía no han crecido lo suficiente como para tenerlos escondidos con una coleta, pinzas o cualquier cosa que me tape el flequi pero que no me haga parecer un personaje más de la casa de la pradera.
Pero bueno, os dejo lo que viene a ser mi pelo el día de hoy, espero que no os afecte la foto y lloreís tanto como lo he hecho yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario