Después del examen de esta mañana, si algo nos queda claro es la filosofía. Pilar va a expresar sus sentimientos: Si algo me duele en el alma es mi pelo corto, por lo que hemos decidido, ambas, hacer una reflexión filosófica sobre los cortes de pelo. Lo primero es que todo el mundo después de cortarte el pelo te dice que te queda bien (Sobre todo tu madre) aunque tú estés convencida de que pareces otra persona, porque, y he aquí la segunda cuestión, todo el mundo te dice que no se te nota, cuando tú mejor que nadie sabes que en el suelo de la peluquería había pelo tuyo suficiente como para hacer una manta que quite el frío a todo África. Por lo tanto, la gente te miente, y te mira raro. Y a mí personalmente no me gusta nada. Es más lo odio, odio que te miren de arriba a abajo (Por Dios, es pelo!) y te digan lo guapa que estás cuando tu sabes que no. Además, los dos días siguientes al dichoso corte de pelo, te miras en el espejo y ni te reconoces, te miras y lo único que puedes pensar es en tu pelo, en como lo solías tener y en lo mucho que te gustaba y piensas que por mucho que te insista tu madre la próxima vez no vas a volver a hacerla caso y vas a vivir con el pelo por las rodillas cual princesa medieval con las puntas más abiertas que (.....) dejamos que vuestra imaginación complete la frase.
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