Tras dos semanas de ensayo (No fueron más debido a nuestros amigos los exámenes), aquel día tuvimos la oportunidad de mostrar nuestro talento como cantantes; algunos incluso como solistas, dado a su panoja al no saber cuándo entrar a cantar y empezar a cantar solos. (Chechi, va por ti. Pero te queremos).
Esos fallos no se notaron tanto, ya que los que nos escuchaban eran nuestros padres. Esos taaaaaaaan objetivos que nos decían que había salido mal. Nótese la ironía.
Evidentemente, para nuestros padres fue el perfecto y el más bonito.
Y las cosas como son. Para dos semanas de ensayo, de las cuales ensayábamos una hora diaria, salió mejor de lo que podría haber salido.
Esperamos que el año que viene, ya que es nuestro último año, salga mejor aún.
Estamos muy espesas, no nos apetece escribir, os dejamos una foto y nos vamos a escribirle la carta a los reyes magos. Yuhuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! Próximamente...
Mientras, podéis disfrutar de nuestra belleza.
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